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albatros

INOCENCIA Y CURIOSIDAD

Una mañana cualquiera, en el metro, se me sentó delante una señora con un cochecito y un bebe de unos 10 o 12 meses. El crío me miraba fijamente, no parpadeaba. Me quede mirándolo y de la misma forma intente escrutar que podía estar pensando ¿por qué me miraba con esa profundidad?. Estaba serio, con unos ojos negros REDONDOS Y muy grandes . Al cabo de un rato, se me ocurrió hacerle un guiño. El no sabia pero parpadeó con los dos ojos. Empecé a hacerle ligeros gestos que el mimeticamente pretendía imitar.
Creo que esa fijeza en la observación, ese mimetismo de gestos solo son consecuencia de la inocencia, de la curiosidad, ganas de comunicación y de la limpieza de espíritu que la criatura tenia.
Me vinieron recuerdos de la infancia, actitudes y comportamientos que ya fueron largamente superados, pero una vez razonado, creo que esa inocencia, esa curiosidad, esas ganas de comunicarse y de vivir, eso no debería perderse nunca, ese niño interior que todos llevamos dentro tendría que estar siempre en un primer plano. Cuestión compleja con las sociedades que nos tocan vivir, donde lo que prima es el poder y la fuerza, manteniendo el sentimiento en segundo o tercer plano. La comunicación societaria es así, quizás la solución sea intentarlo entre individuos, pero dejar a un lado los roles sociales tampoco es fácil. Pero ese es el camino y de una u otra forma creo que todos, conscientes o no, intentamos que las cosas vayas por esos derroteros

2 comentarios

fuzzy -

Buenos días Albatros:
el mar.. no encuentro el mar.
¿y la brisa?
un beso.

fuzzy -

Albatros, me ha encantado el post de hoy. No hay nada que me enternezca más que un bebe, su mirada, su olor a leche materna, la suavidad de su piel. Gracias. Muchos besos.